Se dirigió lo más rápido que pudo al baño. Estaba llorando como nunca había llorado, se decía una y otra vez: "Ya no puedo más, ya no puedo. Me estoy ahogando en un mundo de odio, me estoy ahogando en un mundo de odio".
Poco a poco, se iba quedando sin fuerzas. Dentro de poco, sus preocupaciones y sus llantos, cesarían.
Cerró los ojos, y no los volvió a abrir.
Yui Aoi.
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